febrero 14, 2011

Jesús presente (Parte 2)

Prosigo con la narración de las experiencias vividas el fin de semana pasado.

El viernes estuve en el inicio de dos células: la de FCAS e Idiomas, ambas de la Universidad Veracruzana en Xalapa. Al término de la célula de Idiomas nos fuimos a tomar un rico cafesito de olla en un restaurant muy coquetón que está frente a la facultad. Me senté junto a una de las chicas que ha estado asistiendo constantemente a la célula y comenzamos a platicar. Me contaba sobre su experiencia en un retiro al que asistió la última semana del 2010. A medida que avanzaba la plática mi sorpresa iba en aumento, a la vez que mi alegría y agradecimiento a Dios. Todo ese tiempo de retiro se enfocaron en conocer a Jesús, su vida, su obra y su propósito (lo cual me recordó, otra vez, los días que en Campus Kennington estudiábamos el evangelio de Marcos). Me decía que también tuvieron muchos tiempos de estar en silencio, algo que con frecuencia nos hace falta: callar y escuchar, al otro, a Dios.
Mencionaba que abordaban temas como el llamado, y le preguntaba lo que eso significa para ella, a lo que respondió: "Para mí el llamado es la invitación que Cristo te hace para seguirle, la invitación a negarnos a nosotros mismos"...mi cara fue de !Oh guau! En la actualidad, "negarnos a nosotros mismos" no es una frase muy atractiva para el mercado religioso.
Otro punto de la plática fue sobre la transformación que Cristo hace en nuestras vidas y de cómo influye en nuestra manera de vivir, el impacto que el cristiano tiene en la sociedad. Hablábamos sobre algunos proyectos que se realizan cada verano en Compa junto con Amextra y de cómo a través de esas actividades somos transformados a la vez que sensibilizados ante la realidad que vivimos en nuestro país, somos confrontados ante la necesidad del evangelio de Jesucristo en aquellos lugares marginados a los cuales, muchas veces nuestra burbuja cristianoide no nos permite ir.

El centro de la plática fue Jesús y concluímos en eso, en que es necesario que nuestras vidas estén centradas en Él, en que Él tome el trono de nuestros corazones, en que Él sea nuestro modelo a seguir y que eso tenga repercusiones a nuestro alrededor.

Salí del restaurant, pues iba a reunirme con unos amigos de mi generación. Llegué a casa de uno de ellos y comenzó lo que sería la segunda mejor plática de ese día. Al inicio hablábamos de la alegría que nos generó ver cómo la ciudad de Orizaba se está transformando en un lugar más habitable y amable. El peatón se ha vuelto importante y el espacio público está tomando fuerza como lugar de reunión e interacción. Contrario, le comentaba, a Coatzacoalcos, donde el centro ha dejado de ser centro, pues ahora son los grandes centros comerciales quienes se han apropiado del término, y no nada más geográficamente, sino en términos sociales y desde luego económicos. El centro está muriendo.

También tocamos temas como corrupción y abuso de los recursos naturales en las construcciones y a medida que avanzaba la plática buscábamos las causas de esos desequilibrios. Concluímos en que es necesario un cambio de mentalidad y, como consecuencia, de actitud. Pero ¿Cómo podemos hacer ésto? Ahí fue mi oportunidad de sacar a la luz el evangelio de Cristo.
Mi amigo se considera una persona antireligiosa y muchos de los argumentos que me da para serlo me parecen muy válidos. Sin embargo, pude hablarle no de religión, sino de cómo Cristo transforma la mente y el corazón del hombre,  de cómo es solamente a la luz del evangelio de Jesucristo que podemos comprender las fallas en nuestras relaciones personales, con la misma creación y por supuesto, con Dios.
Me encantó cuándo me dijo: " Si, efectivamente estoy en contra de muchas cosas de las iglesias e incluso de la gente que asiste a ellas, pero sí debo reconocer que si todos siguieramos el modelo de vida que llevó Jesucristo, éste mundo sería mejor". Una vez más mi cara fue de ¡Oh Guau! y me preguntaba ¿Acaso todos los que nos decimos ser cristianos estamos concientes de lo que significa seguir a Jesús como ejemplo? ¿Estamos dispuestos a llevar vidas tan radicales como Él?
Otra vez llego a la conclusión de que Cristo, sólo Cristo y nadie más que Cristo es el único quien tiene el poder de transforma la mentalidad y que, por lo tanto, el evangelio tiene implicaciones tanto espirituales como sociales, éticas, ecológicas, psicológicas... Así es como la misión se vuelve integral.

La plática culminó centrada en Cristo. Jesús estuvo presente.

Jesús presente (Parte 1)

Concluyo el fin de semana resumiéndolo en ésta frase: "Jesús presente". Y con ésto me refiero a que durante éstos tres días hubieron tres situaciones que me impactaron, me dejaron con un buen sabor de boca y con una mega sonrisa: Jesús fue el centro de ellas.

Comenzaré narrando lo que sucedió hoy.
Por la mañana regresé de Xalapa. Busqué en internet "iglesias cristianas en el Puerto de Veracruz" y encontré una presbiteriana que queda muy cerca de donde estoy viviendo. Me fui caminando y llegué. Comenzó el servicio, muy similar al de mi congregación de Coatzacoalcos. Hasta antes de la prédica todo me pareció normal, pero en cuanto el pastor empezó a hablar, las cosas cambiaron. La reflexión estuvo basada en el evangelio de Juan 3:1-21 y la resumiré en algunas frases.

- "Hermanos, la religión no salva"
- Dios busca a los religiosos para convertirlos en cristianos
- "¿Nos estamos acercando a Cristo por el regalo de la salvación? Ojalá que si hoy estamos aquí no sea porque nos sanó de una enfermedad, nos sacó de un problema, o nos dió un trabajo..."
- "Estamos hartos de religión"
- Efectivamente, la Biblia nos habla de religión. Santiago 1:27 "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo"....¿Cuándo fue la última vez que platicaste con una viuda?
- "Se está diluyendo el evangelio de Jesucristo y estamos regresando al fariseísmo"
- "Lo opuesto al evangelio de Jesucristo no está en las cárceles, ni en los prostíbulos, sino en nuestras iglesias"
- Jesucristo vino a romper esquemas, a transformar las vidas y los corazones
-Las vidas Cristocéntricas generan una transformación integral, la religión sólo un cambio de ciertas actitudes.
- El activismo no es sinónimo de cristianismo.
-"Hermanos, ya no más vidas centradas en uno mismo, ni en reglas, sino en Cristo"
- Una vida en Cristo es una vida de paz (Y la paz no como la ausencia de conflictos, sino de saber que Cristo nos fortalece y nos da gozo en las dificultades)
- "Neguémonos a nosotros mismo y tomémos su cruz"
- El evangelio es salvación a través de Cristo.

    Por último, el pastor hizo una pregunta: ¿Recuerdas el día en que naciste de nuevo? En ese momento tuve un flashback y pensaba en la manera en que Dios ha estado obrando en mi vida. Me sentí como los discípulos, quienes en un principio no entendían exactamente quién era Jesús, sino que les tomó tiempo reconocerle como el Hijo de Dios, como el Rey, el Mesías. Recordé el momento crucial cuando entendí quién es Jesús, y eso no tiene mucho tiempo, tendrá escasos seis meses. Había estado casi toda mi vida asistiendo a una iglesia, me jactaba de estar metida en muchísimas actividades de ahí y de Compa, me daba aires de pureza y trataba de cumplir con una obediencia con la que sólo buscaba ganarme el favor de Dios, sin tomar en cuenta que sólo es a través de la fe en Cristo que somos reconciliados con Dios, no a través de nuestras buenas obras o de la cantidad de horas que le dediquemos al activismo religioso. El resultado de eso fue una enorme frustración y una terrible ansiedad, el querer tomar el control de mis acciones y no dejar que Cristo reinara en mi vida.
Empezar a estudiar realmente su Palabra fue el comienzo de esa transformación. Y Jesús mismo lo dijo: "Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres" (Juan 8:32). Su Palabra es la verdad. Al estudiar el libro de Efesios, Dios me ayudó a comprender la esencia del evangelio de Jesucristo, y ese momento crucial en mi vida fue el día en que entendí que lo que Él quería de mí era ocupar el trono de mi corazón. Y eso no sucedió dentro de una iglesia, ni en el éxtasis de un canto, ni en un evento de Compa, fue en la tranquilidad de una banca de Coyoacán, un domingo a medio día.

Después de evadirme por unos minutos recordando todo lo anterior, regresé a la iglesia. El pastor estaba haciendo una oración y me uní dándole gracias a Dios por la manera en que nos había confrontado Su Palabra. Le dí gracias porque encontré una iglesia local comprometida con la misión, (durante el servicio, hablaban sobre la labor de evangelización que están haciendo varios hermanos los sábados en algunas localidades cercanas a la ciudad). Me uní a la petición de que Dios siga levantando obreros, hombres y mujeres que proclamen a Jesús dondequiera que se encuentren.

Honestamente, no recuerdo alguna otra ocasión de mi vida en la cual haya salido tan contenta de la iglesia. Todo giró en torno a Jesús, a Su evangelio. No fue una plática más de superación personal ni tampoco de cómo podemos usar a Dios como un instrumento para tener lo que queramos. Se habló de lo esencial, Jesús estuvo presente.

febrero 08, 2011

Fragmentos

"Estás conmigo,
estamos cantando a la sombra de nuestra parra,
una canción que dice que uno sólo conserva lo que no amarra.


Y sin tenerte, te tengo a vos
y tengo a mi guitarra
..."

Jorge Drexler, Guitarra y vos

febrero 07, 2011

Comienzos...

Ésta última semana ha estado marcada por comienzos: comienzo a escribir en el blog, comienzo una vida en otra ciudad, comienzo un nuevo trabajo con nuevas personas, comienzo a ver la vida desde otra perspectiva, comienzo a darme cuenta de muchos errores que antes no tomaba en cuenta, comienzo a ser más ordenada, comienzo a ahorrar, comienzo a visualizar mi realidad dejando a un lado la utopía, comienzo una nueva etapa.

Y es bueno, me gustan los cambios. Comencé el 2010 moviéndome al DF y Dios lo usó para bien. Exactamente un año después me trae de regreso a mis tierras y tengo la certeza de que también será algo bueno.

Ahora comienzo el 2011 viajando, una de las cosas que más disfruto en la vida. En menos de dos meses he ido desde la ciudad de México hasta Monterrey, pasando por Villahermosa, Xalapa, y obviamente,  Coatzacoalcos de mi vida y de mi amor.
Hace algunas horas regresé del Jarocho Tour 2011, como parte del inicio del trabajo en Compa Veracruz. Estuve en un mini-campamento con los asesores y líderes de la región Orizaba-Córdoba, y también estuvimos algunos más de la región Minatitlán-Coatzacoalcos y Veracruz Puerto-Xalapa. Fue un tiempo excelente, aunque también difícil.
Tenía mucho tiempo, más de un año, que no me enfermaba. Las temperaturas en Veracruz han estado variando constantemente, de mucho calor a mucho frío (lo cual no es normal) y eso provocó que mi cuerpo reaccionara ante esos cambios generandome una señora gripe, acompañada de malestar, dolor de cabeza, dolor de garganta y demás cosas. En ese estado estuve en Orizaba, donde la temperatura estuvo entre los 0 y 3°C.
La primera noche me quebré. No sólo fue el dolor físico, sino también la lucha con una serie de sentimientos que me invadieron: angustia, frustración, tristeza, todo se juntó. Tenía que preparar un tema para compartir el día siguiente, y mi mente completamente ausente. Una sensación tan extraña como inexplicable.
Lloré al reconocer mi debilidad física y emocional, pero también reconocí mi dependencia absoluta a Dios. Oré y El respondió. Sigo enferma fisicamente, pero con la paz que sobrepasa todo entendimiento y con el gozo de saber que es Su gracia la que me sostiene.

Independientemente de la prueba y las luchas, el mini-campamento estuvo genial, doy gracias a Dios por la vida de Dámaris Ameca, su esposo Luis, y los papás de él, porque nos abrieron las puertas de su hogar.
El tema fue Comunidad, Misión y Servicio, y fue muy bonito ver la manera en que en Compa se forman  lazos de hermandad. Entre todos cocinábamos, lavábamos platos y recogíamos la mesa. También nos reímos mucho, vimos una película, jugamos Uno (aunque no el gandalla) y tuvimos platicas que iban desde temas de la vida cotidiana hasta aquellos como el amileniarismo, los dispensacionalistas y todo lo que se relacione. Sin duda, esos tiempos de pláticas con los estudiantes son los más enriquecedores.
También una noche tuve una laarga plática con Dana, una de las asesoras voluntarias en Minatitlán y a quien ahora puedo llamar amiga. Compartimos nuestros puntos de vista sobre muchos temas, y aunque no coincidimos en muchos de ellos, concluímos en que siempre es bueno escuchar y conocer las diversas formas de pensar. Que a pesar de la diversidad de las denominaciones que existen, lo que nos debe unir es, como está escrito en Efesios 4, una fe, un bautismo y una esperanza en Cristo. También le compartía mi experiencia en Campus Kennington y hablabamos sobre lo que había aprendido de Marcos 13 y coincidimos en que lo que importa no es saber el día y la hora en la que Cristo volverá, sino poner atención a las palabras de Jesús: Mirad, velad y orad ...

En resumen, puedo decir que fue un fin de semana con mucho aprendizaje. Regreso gozosa al ver cómo Dios está usando a muchos chicos en Veracruz y cómo su Reino se sigue extendiendo en la universidad. Me llena de alegría verlos convencidos del llamado, comprometidos con la misión y siguiendo a Jesús.

Hoy comienza otra semana, confiando en que la obra es de El, confiando en su sustento y confiando en su amor. Simplemente agradecida por estar aquí.